Mamoplastia

La mamoplastia puede ser de aumento o de reducción. Lo primero que hacemos en cualquiera de los dos casos es una valoración para conocer aspectos como el tipo de piel, su elasticidad, el volumen inicial de la mama, el descolgamiento, si lo hay, proyección, musculatura, etc. Así, decidiremos cómo proceder para tener mayor garantía en cada paciente.

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Para el aumento mamario es muy importante escucharte, conocer tus expectativas, tus deseos y tus miedos para brindarte una buena asesoría, explicarte el tratamiento, y aconsejarte cuál es la mejor opción según tu cuerpo. Para la elección de implantes existen varios tipos (silicona, suero fisiológico, y otras). En general te recomendamos las prótesis rellenas de gel de silicona, por su durabilidad de más de 30 años, y por su consistencia que es más parecida a un seno natural.

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La reducción mamaria está dirigida para pacientes que tienen problemas por el tamaño de su busto, le generan dolor de espalda, cuello y hombros, Irritación o erupción cutánea crónica debajo de las mamas, neuralgia o autoestima.

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Sabemos que es una difícil decisión. El postoperatorio puede ser un poco doloroso, pero nuestra prioridad es apoyarte en todo tu proceso para que logres sentirte mejor con tu cuerpo y más segura contigo misma.